Los yogas son un mundo apasionante
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Los yogas son un mundo apasionante
Vamos a hablar aquí de prácticas relacionadas con los cuatro yogas (raja, gnana, bakti y hatha):
Raja yoga: meditación
Estamos tan volcados al exterior que no tenemos interés en cambiar el chip para aprender a encontrar un poco de calma, aún cuando la estemos necesitando imperiosamente. La calma, nos guste o no nos guste, se encuentra dentro, no fuera. Tenemos soluciones al alcance de la mano, y las tenemos mirando hacia nuestro interior. Como no estamos acostumbrados a esta manera de estar, a la introspección, buscamos excusas para no hacerlo. Unas de las más extendidas al principio son la duda y el escepticismo. Está bien cuestionar y querer pasar las cosas por el filtro de nuestro propio criterio y experiencia, es más, es imprescindible, pero mantenernos habitualmente en la duda y en la falta de implicación nos impide avanzar.
El estrés y las obligaciones de la vida cotidiana a veces no nos dejan ver más allá. Entonces abusamos de medicamentos, adicciones a tóxicos o drogas, a personas, hábitos o conductas para sentirnos bien.
Antes o después tendremos que “caernos del caballo”, y mirar a nuestra mente, hacia nuestros fantasmas y miedos más arraigados. Antes o después tendremos que conocernos y aceptarnos. La meditación es el camino.
Gnana yoga: conocimiento
En palabras de María Zambrano: “La realidad agobia y no se sabe su nombre”
Buscar el nombre de las cosas, conocerlas y comprenderlas es una de las tareas más loable de la vida. Y más interesante. La curiosidad por saber es una motivación básica del ser humano. Estudio, lectura, terapias, encuentros, experiencias, enseñanzas de expertos… cuánto aprendemos en la vida. Más de lo que a veces creemos.
Esto es gnana yoga: ampliar nuestro nivel de conciencia o sabiduría.