Ventajas de hacer yoga
El yoga integral (cuerpo y mente) tiene múltiples beneficios. Desde la primera sesión una persona puede notarse mejor, más activada, más animada y equilibrada. Si mantiene la práctica, esos beneficios se mantienen y profundizan. Hay algunos que porque el yoga no les ha dado lo que esperaban o por sus circunstancias personales, familiares o laborales, no mantienen la asistencia a las clases. Todos ellos, de cualquier forma, se dan cuenta que “les ha venido bien” ir a yoga.
Para aquellos que no tienen claro si, efectivamente, les interesa hacer el esfuerzo, destaco unas cuantas ventajas del yoga:
- Reduce significativamente la ansiedad y el estrés
- Mejora el estado general del cuerpo y de la mente
- Mejora el rendimiento académico y laboral porque mejora la atención y la concentración
- A nivel físico, fortalece los huesos y los músculos: el ácido lácteo no se acumula, se evita la pérdida de masa ósea, se flexibilizan las articulaciones
- Facilita la práctica de otros deportes
- Alivia dolores crónicos -cuello, rodillas, espalda, artritis, lumbalgia, posturales…-. Mejora la calidad del sueño
- Mejora la respiración y la oxigenación de las células
- Ralentiza el ritmo cardíaco y relaja los músculos
- Quema calorías
- Reduce los niveles de cortisol ( equilibra el sistema nervioso) y de colesterol (acumulación de grasa en las arterias, evita infartos cerebrales y coronarios)
- Es una terapia antienvejecimiento: protege la telomerasa que es clave en el mantenimiento de los telómeros (que están en los cromosomas y que con el tiempo se van acortando)
- Coordina cuerpo-mente, de forma que conecta las funciones de uno y otra generando equilibrio y armonía personal
- Descubres capacidades nuevas en tu cuerpo y en tu mente
- Mantiene tu ánimo más estable, sin tantos altibajos de ánimo o desánimo
- Te enseña a aprender aprendiendo contínuamente, no sólo yoga sino también otras disciplinas (estilo de vida, alimentación…)
- Facilita el cambio de actitudes si es necesario: paciencia, fortaleza, determinación, humildad…
- Avanzas en adiestrar la mente, adquieres más calma mental, atención, discernimiento…
- Aprendes a conectar con tus energías más adecuadas y elevadas
Un día o unos días de práctica se notan. Pero si piensas que es una disciplina que te va bien y quieres seguir en ella cuida especialmente la motivación de tu mente: las razones por las que lo haces, el ánimo con el que vas a clase… en un primer momento es posible que no andes fuerte de determinación; por ello es importante mantener el interés. No caigas en excusas, pereza o justificaciones para no ir a clase. Mantén claros y al día tus objetivos. Observa tu mente.
Por otro lado, no te decepciones de tí mismo si caes en el desinterés y el abandono. Acéptalo como algo lógico, no tienes determinados hábitos y lleva un tiempo cogerlos. Tómatelo con paciencia y humildad y vuelve a cargar las pilas antes de que te desanimes del todo o surjan otros intereses o necesidades.